Con serios problemas financieros en el municipio, el intendente de Puerto Deseado Luís Ampuero habría comenzado una campaña que fue calificada por no pocos trabajadores como de hostigamiento hacia la industria pesquera local, la misma, según se supo consistiría en el cobro de suculentas sumas por servicios que la misma comuna debería garantizar. De acuerdo a la información que este portal pudo recavar, la última arremetida oficialista exige que ante el cierre de la planta de harina de pescado Moliendas del Sur, cada empresa instalada en la localidad pague la suma ciento diez mil pesos por la apertura de una batea común para depositar los resididos. La exigencia habría arrojado como resultado que, al menos dos establecimientos pesqueros dedicados al fresco bajaran su producción perjudicando seriamente a los obreros que pensaban llevarse unos pesos extra a sus hogares. “Como no sabe de donde sacar plata a Ampuero no se le ocurrió mejor idea que manguear a las empresas, es permanente el peregrinar que realiza junto a sus funcionarios por las plantas tratando de apretar a los gerentes que en muchos casos no tienen poder de decisión sino que dependen de las oficinas de Buenos Aires”, contó a Mar&Pesca una fuente ligada al sector empresarial. “Últimamente –aseveró la fuente- afiló el pedido y hasta llegó a amenazar a las pesqueras con expropiarlas si no le pagaban el dinero propuesto para la apertura de bateas”. Tamaño hostigamiento, según se indicó habría motivado que el subsecretario de Pesca de la provincia Juan Carlos Braccalenti realizara tratativas con una empresa harinera de Mar del Plata para que comenzara a recolectar los residuos, a fin de que cesara "el mangueo  infernal" Hostigamiento a los obreros Pero el afán recaudatorio de Ampuero parece no tener contemplación ni con los empleados de las pesqueras a quienes en la actualidad estaría hostigando con la llamada libreta sanitaria. El empleado de una pesquera que pidió no revelar su nombre contó que perdió de trabajar un mes porque no pudo renovar la libreta. “Para que te den la libreta tenés que tener un certificado de libre deuda de que estás al día con todo, pero que pasa, yo tenía una multa de Tránsito que estaba pagando de a poco y un día me atrasé, y ya me dijeron que no podían volver a refinanciarla, así que como no pude pagar me quedé en casa sin trabajar durante un mes hasta que saqué un préstamo y ahora estoy trabajando para pagar las deudas que se multiplicaron”, confió el trabajador. Una situación similar le tocó vivir a otra operaria pesquera quien confió que la encargada de Rentas le dijo que se terminaban los refinanciamientos. Único sostén de la familia la obrera también dejó de trabajar varios días hasta que consiguió que un prestamista le diera un préstamo en cuotas. Al relatar su odisea, la trabajadora contó que la empleada de rentas prácticamente la humilló. “Es algo horrible lo que pasa porque a esta señora que está en Rentas todos la conocemos porque era la almacenera del barrio, sabe que nosotros vivimos de nuestro trabajo porque le íbamos a comprar al almacén que tenía y me acuerdo que nos daba libreta y nunca dejamos de pagarle, después se metió a hacerle la campaña a Ampuero y ahora como está arriba se dedica a bardear a la gente diciendo que cumple órdenes, pero que no se meta con los que menos tienen”,pidió la trabajadora. Amparo Judicial De todos modos parece que la costumbre del gobierno de Ampuero de hacer caja con los operarios pesqueros tiene ya su fecha de vencimiento ya que el las próximas horas podría salir un Amparo Judicial a favor de los trabajadores donde se exige abstenerse de medidas recaudatorias que atenten contra el derecho constitucional del trabajo que goza todo individuo.