Transcurrido un año y 4 meses que la Legislatura santacruceña aprobara por mayoría la Ley de Expropiación de la empresa Vieira Argentina S.A. lejos de ponerse en marcha como auguraba el diputado por municipio, Roberto Fernández, el establecimiento pesquero compuesto por una planta de procesamiento, un frigorífico y la flota de siete buques ingresó en un estado de deterioro que de extenderse en el tiempo, temen que sea imposible subsanar. No pocos empresarios del sector pesquero aseguran que en pleno conflicto laboral con Vieira, cuando el  diputado Fernández  recién  pergeñaba el proyecto de expropiación,  el legislador  se reunió en secreto con algunos de ellos para ofrecerles un negocio millonario;  repartir la planta y los barcos , ignorando acaso las vueltas que daría la causa a raíz de la artillería legal que interpuesta por el propio Eduardo Vieira. “Fernández ofreció por separado los barcos de Vieira, decía que una vez que saliera la expropiación, sería pan comido, y lógicamente pedía quedarse con un porcentaje”, confió un empresario que pidió no revelar su nombre. Los ofrecimientos de ese estilo habrían sido abundantes. Incluso fuentes allegadas al Gobierno, confiaron que luego de una reunión convocada por el ex ministro de la Producción, Rafael Gilmartín, Fernández se habría agarrado a las trompadas en el casino de Río Gallegos con un conocido operador mediático que hacía lobby para un empresario de Caleta Olivia. “Fue un escándalo que por suerte no pasó a mayores, y la pelea fue porque el opereta pujaba para que la planta y  los barcos se la dieran al empresario caletense, mientras que Fernández pedía que se escucharan ofertas de otros interesados”.  Miedo Pero ha pasado ya mucha agua bajo el puente, y mientras el expediente de la expropiación espera dictamen , la desidia y el abandono parecen haberse apropiado del enorme parque pesquero, que  actualmente se halla sembrado de malezas. Temerosos los ex empleados confiesan que la expropiación de Vieira no le sirvió a nadie. “ La apoyamos  porque nos pintaron maravillas, pero esto se llenó de punteros políticos, que juegan con la necesidad de la gente”, señaló a Mar&Pesca  un trabajador. En tanto otro relató  que; "los operarios de planta cobran un subsidio de 8 mil pesos por mes,  y los marineros cobran 16 mil pesos, a algunos que reclaman les dan un poco más, pero los políticos consiguieron con esto dividirnos, y desgraciadamente, como vivimos de esta plata muchos nos callamos la boca porque tenemos miedo que nos saquen el subsidio, porque la dignidad de un salario digno con obra social y aportes ya nos sacaron”, dijo el obrero  para concluir.