Superados algunos inconvenientes iniciales ocasionados por la falta de contenedores, hoy el muelle local, favorecido por la cercanía del recurso ofrece una postal envidiable con cientos de operarios trabajando a pleno durante la descarga de los poteros, muchos de cuales ya despuntaron la segunda marea. “Ayer llegó el Espadarte de Pesquera Deseado, que es el barco más grande que tiene la flota, antes había llegado el Claudina de la misma empresa, también llegaron los Orion de Pesquera Santa Cruz, otros barcos que desde hace años operan aquí y los chinos que ya van por la segunda marea”, comentó a Mar&Pesca un operador portuario para graficar la intensa actividad que se registra en el muelle. “Tendría que fijarme ahora en los registro de puerto pero seguro ya entraron más de 20 buques con un promedio de 600 toneladas cada uno, y con ese tonelaje se necesitan 5 turnos para descargar un buque”, señaló. En tanto el ex subsecretario de Pesca, Raúl Mella, quien luego de su renuncia ocurrida en noviembre del año pasado volvió a su oficio de estibador, comentó que la llegada diaria de los poteros potencia el trabajo dándoles oportunidades laborales a muchos trabajadores. “Estamos trabajando a full, los barcos entran completos y cada turno precisa 42 personas para la descarga entre estibadores y guincheros, ayer entró el Espadarte con 900 toneladas y es un barco que por la cantidad de toneladas que trae precisará más turnos en la descarga y eso es bueno porque cuando más turnos haya, significará más trabajo para la gente”, indicó el ex funcionario, durante un breve intervalo mientras esperaba reanudar su turno.  Preocupación por posibles pedidos de incremento Pero pese a la gran actividad que se vive en el muelle no todo parece cuento de hadas: Al menos dos armadores que ayer se comunicaron con este portal manifestaron su preocupación por la negociación de un incremento salarial que estarían solicitando los estibadores. “Nos han dicho que la estiba está pidiendo un aumento que va a encarecer los costos portuarios en un 50% es algo que las empresas poteras no vamos a poder aguantar y si eso ocurre no nos va a quedar más remedio que operar en el puerto de Mar del Plata, vamos a salir ganando a pesar de que lo tenemos al calamar a 8 horas de Deseado”, confiaron los armadores para concluir.