El presidente de la firma Conarpesa, Fernando Álvarez Castellano sostuvo de manera categórica que no negociara con los autoconvocados de Madryn. En un extensa entrevista mantenida con Mar&Pesca, el directivo  recalcó que las negociaciones las llevará adelante con el SOMU que es el representante natural de la marinería. “Yo entiendo que puedan o no tener reclamos, que quieran trabajar menos horas, que quieran descansar más, pero, si trabajan menos horas van a hacer menos producción, y sus sueldos están ligados a la producción que hagan en los barcos”, señaló el empresario, para luego aclarar que, si bien respeta  a “esta corriente que ha surgido”  no tiene nada que sentarme a negociar con ellos porque “yo a las negociaciones la tengo que hacer con el Somu”. En ese sentido, Álvarez apuntó que existe la predisposición de escucharlos cuando surja algún reclamo y de dar soluciones en la manera de lo posible como lo ha hecho la gente de personal de su compañía,  pero “a nosotros nos pone en una situación incomodísima porque este no es el ámbito;  para eso existen en las Argentina los sindicatos y representaciones gremiales ,  y por mucha  buena voluntad que pusiéramos, las negociaciones son con el  Somu y no con grupos que no representan al colectivo total”, enfatizó.  El Somu y nadie más Al ampliar sus conceptos, el empresario recordó que lleva 19 años negociando con el gremio, y no reconocerá “a un grupo que no tiene ni personería, sea chico o sea grande, y si mañana el SOMU me dice que ya no son más los representantes que ahora hay que  sentarse a negociar con esta agrupación voy y lo hago pero mientras sea el SOMU el que representa para mi es el SOMU y nadie más”, recalcó. Consultado por el nivel de pérdida que podría tener la empresa ante este reclamo, el empresario detalló que  se trata de una desventaja muy grande porque; “un barco que hacía 3 viajes ahora va a hacer dos y me parece que ya está claro el número”, graficó .  “El que no quiera trabajar que pida la renuncia” Razonó luego que, “si todo el mundo a la par mía pierde de producir, subiremos el precio, pescaremos menos y venderemos más caro, y perderemos todos, pero pierden más ellos que nosotros porque su salario va ligado íntimamente a la producción de lo que procesan a diario”, reiteró. Cuando se le consultó qué alternativa propone ante este reclamo, el empresario sostuvo que la renuncia y un arreglo económico. “Yo no quiero una pelea de compañeros porque los conozco de toda la vida, he estado en el muelle, en los barcos desde hace 19 años, pero,  ahora si alguno que no están de acuerdo con trabajar como se trabaja en los barcos, si quiere un trabajo más relajado no entiendo por qué no viene a la empresa y pide la desvinculación y llegamos a un acuerdo económico para que se vaya a trabajar a otra empresa donde a lo mejor sí le admiten esa forma de trabajar;  a mi no me gusta que nadie trabaje conmigo a disgusto:  Si no les gusta la forma de trabajar de la empresa se pueden ir, nadie los retiene porque me acusan de esclavismo me hacen una denuncia en el juzgado Federal pero nada más lejos que eso porque si hay alguien que ha respetado el trabajo de la marinería he sido yo”, reconoció  Sin explicación Para el empresario existe una situación “muy extraña que no la entiendo porque hay barcos de otras jurisdicciones como Mar del Plata que no tienen esos problemas porque la gente va a trabajar y lo que quieren es terminar lo más rápido posible el viaje para ganarse el dinero en el menor tiempo posible, por eso es que no entiendo que en Chubut, y en algunos barcos en Santa Cruz se está instalando esta forma de trabajar”, se preguntó para finalizar.