viernes 19 de abril de 2024 - Edición Nº4454

Noticias | 12 sep 2014

Aspectos biológicos de la centolla patagónica


Este recurso de aguas templado-frías cuenta con cuatro efectivos distribuidos en el territorio nacional. Aquí, algunos aspectos biológicos generales y el futuro plan de marcación encabezado por integrantes del INIDEP. El Mar Argentino alberga una gran cantidad de especies sobe las que se realizan evaluaciones periódicas con el objetivo asegurar su conservación y estado general. Es que, debido a la riqueza y variedad de recursos, se ha generado una importante industria que incide de manera directa en las poblaciones explotadas. La centolla (Lithodes santolla), con alto valor comercial y colocación en mercados internacionales es una de ellas, que en nuestras latitudes se distribuye en las costas atlánticas y pacíficas de América del Sur. Para incrementar el acervo de información que existe y en vistas de un posible aumento de esta actividad, integrantes del Programa Pesquerías de Crustáceos del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP) iniciarán un plan de marcación en el Sector Patagónico Central, que incluye el Golfo San Jorge, cuya información será ampliada a medida que avancen las  tareas. La centolla es un crustáceo bentónico (asociado a fondos marinos) de aguas templado-frías, que en nuestro país se concentran en la región subantártica, en profundidades que oscilan entre los 30 y 120 metros. Principalmente, en nuestro territorio se distribuyen en Tierra del Fuego, Canal Beagle y Golfo San Jorge (costas de Chubut y Santa Cruz), aunque también existe un efectivo en aguas de la plataforma próximas al talud continental, frente a la provincia de Buenos Aires. Este recurso crece mediante el proceso de muda, que consiste en cambiar su exoesqueleto (caparazón) por otro, que crece debajo del primero. El ciclo reproductivo es anual, y comienza en la primavera con la eclosión de los huevos que portan las hembras durante 10 meses, aproximadamente. Luego del desove se inician de manera simultánea los procesos de muda de las hembras y cópula, produciéndose la fecundación de la nueva camada de huevos. Cada año, nuevos ejemplares de centollas ingresan a la fracción de la población que puede ser explotada de manera comercial. Sin embargo, para proteger en potencial reproductivo y con atención a la conservación de la especie, sólo se pueden procesar los machos cuyo largo de caparazón sea mayor a 11 cm, por lo que es obligatorio devolver vivos al mar las hembras y machos de talla inferior. Plan de marcación Con el objetivo de dilucidar algunos aspectos biológicos desconocidos de la especie y en vistas de un posible incremento de la actividad, integrantes del Programa Pesquerías de Crustáceos del INIDEP llevará adelante un plan de marcación de centollas orientado al Sector Patagónico Central, incluyendo el Golfo San Jorge. Este plan, que ayudará a acrecentar el acervo de información existente, consiste en colocar marcas plásticas en centollas que posteriormente son liberadas. Así, aportarán datos sobre su procedencia y condición general al momento de ser recapturadas. Entre algunas de las cuestiones a conocer, se destacan los patrones migratorios, la abundancia y el crecimiento del recurso. Los progresos y las múltiples actividades de este plan serán difundidos con mayor precisión a medida que avancen las tareas programadas.
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