El ex concejal Raúl Mella, quien antes de irse de la subsecretaría de Pesca dando un portazo había anticipado el peligro al que se exponía la provincia al celebrar contratos de arrendamiento de los barcos de Vieira, pidió que la Justicia y la Legislatura investiguen el destino que tuvieron esos fondos remitidos por el empresario caletense Luís Jones “porque seguro se van a dar una sorpresa”. En diálogo con Mar&Pesca, Mella recordó haber presentado  denuncias ante Fiscalía  y la Legislatura provincial con informes detallados de  los contratos de alquiler de los tangoneros de Vieira  como así también la copia del contrato de alquiler por 5 mil pesos mensuales  con opción a compra del barco Liliana celebrado entre Jones y la Provincia pero “no hubo intensión de investigar y todas las presentaciones que hice no tuvieron efecto”, indicó. ¿Marzioni valijero? Por otro lado el ex funcionario que actualmente continúa desempeñándose como estibador en el puerto deseadense, reveló que los obreros le confiaron que las partidas de dinero llegaban al municipio y el ex interventor de Vieira, Diego Marzioni lo sacaba  en bolsos para repartirlo a la gente. “Los mismos ex operarios contaban  que la plata era llevada en bolsos   y que la repartija la  hacía Marzioni y que muchos punteros políticos cobraban de esos montos”, relató En ese orden Mella sostuvo que el ex ministro de la Producción Rafael Gilmartin quien hoy se mantiene todavía en un puesto provincial comenzó a retacearle poder porque “me negaba a entrar en su juego”. “Crearon una subsecretaría paralela que todavía hoy se mantiene  para darle poder a Marzioni,  cuando se dieron cuenta que conmigo no podían contar. Gilmartin me pedía que le otorgue permisos provinciales de centolla para los barcos de Vieira que había alquilado Jones y yo le dije que no podía hacer tal cosa sin saber el estado de  ese recurso, y por eso se molestó conmigo”, señaló. Contratos de alquiler de poteros frenado Una operación que según Mella no llegó a concretarse fue el alquiler de los dos poteros de Vieira al empresario calamarero Guillermo Jacob, a quien se le pretendía cobrar el irrisorio monto de 25 mil pesos por temporada. “Les dije tanto a Gilmartin como a Marzioni que era una miseria ese monto pero ellos se justificaron diciendo que Jacob iba a entregar materia prima a la planta de proceso, no sé que pasó y por suerte el contrato se pinchó sino capaz que lo teníamos ahora a Jacob con un juicio millonario contra la provincia por incumplimiento de contrato”, sentenció para finalizar.