Endulzado por la millonaria suma que percibió por la venta de los buques Coalsa Segundo y Begle I, el empresario Alfredo Pott estaría ofreciendo magras sumas  de dinero en concepto de retiro voluntario a sus empleados de larga data, según indicaron a Mar&Pesca fuentes vinculadas a la firma Frigorífico Deseado, (ex Santa Elena). “A una empleada de toda la vida que le faltan dos años para jubilarse y que tenía la madre enferma y necesitaba dinero Pott ordenó que le ofrezcan 30 mil pesos, una burla, pero la mujer como estaba desesperada aceptó, desde el sindicato le hablaron pero no hubo manera de hacerla desistir”, señaló una de las fuentes para luego acotar que la directiva que Pott dio es tratar de “sacarse de encima” a la gente  más vieja. Otra de las fuentes consultadas agregó que es imposible lograr que la firma se ponga al día con el pago de ART y las cargas sociales;  “la gente está trabajando a la buena de Dios, sin protección y si llega a ocurrir un accidente nadie se hará cargo, y pese a estas irregularidades el Ministerio de Trabajo no actúa, no se sabe si hay coimas o algún incentivo, pero en la planta no hay controles”, cerró.  Dinero en el Uruguay Por su parte que un allegado a Pedro Baldino, el flamante dueño de los barcos de la malograda Yuken, confirmó que Pott tendría “encanutado” en la República oriental del Uruguay una gran parte del dinero de la venta de esos buques. “Lo que nosotros sabemos es que una fuerte suma de ese dinero está ahí, después hay algunas cuotas que todavía no se pagaron pero a los dólares que tiene en el Uruguay no creo que los ingrese al país, no es un buen momento, además cada uno hace con la plata lo que quiere”, señaló el informante quien pidió mantener su nombre en reserva. Cruces con la AFIP Cabe acotar que a propósito de esta venta se supo que el abogado patrocinante de un ex empleado que Pott despidió  hace algún tiempo habría pedido a la Afip un cruce de información sobre una cuenta bancaria en el Uruguay donde estaría el dinero desembolsado por Baldino.