Otra mala para Alpesca: el barco fresquero de altura San Sebastián, varado desde el 7 de abril del 2014 a metros del viaducto del muelle Almirante Storni, se terminó de escorar por el ingreso de agua a la sala de máquinas. Esto inundó el interior de la embarcación y generó un derrame de los líquidos de sentina y del combustible de sus tanques. Los daños por la falta de medidas preventivas requeridas largamente por los gremios, son relevantes desde lo ambiental y lo económico porque las pérdidas son totales en el sector de motorización y según Jorge Reyes, del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos, “irreparables”. El pesquero era uno de los que estaba en condiciones de ser llevado a dique seco. En abril debió ingresar a las tareas de mantenimiento. Nunca sucedió porque nadie autorizó la liberación de la flota pesquera de Alpesca. El estado general del fresquero empeoró porque a los problemas de motorización se agregó que el casco presenta vías de aguas a raíz de la fluctuación de las mareas y el impactar contra otros barcos varados en el sector. El diagnóstico no es el mejor porque el estado del buque requerirá de una inversión muy importante del dueño de Alpesca. Los especialistas sostienen que es poco probable que suceda porque no sería redituable. Fue la gota que rebalsó un vaso al límite desde hace más de un año y medio. El temporal que azotó Madryn en abril del 2014 dejó secuelas relevantes en la flota de Alpesca porque gran parte de los buques quedaron varados luego de soltar amarras. En esa oportunidad los gremios y los trabajadores hicieron un sinnúmero de advertencias solicitando medidas de seguridad para evitar varamientos. Tiempo atrás la arrendataria de los bienes de Alpesca proveyó de cabos tras firmar el contrato con la provincia, y ofreció un plan de recupero de barcos a través de un operativo con lanchas de practicaje para sacarlos de la varadura. Se evaluaron aquellos que tenían más chances de flotar e ir a muelle para su posterior ingreso a dique, lo que permitiría retomar su actividad productiva. Nadie lo autorizó, los barcos no fueron removidos con un mal resultado final. El SOMU mostró malestar por lo sucedido con el San Sebastián. La semana anterior se había advertido del ingreso de agua pero no hubo medidas preventivas para evitar el final de la embarcación. Reyes explicó que “el barco está volcado sobre una banda y apoyado en la arena”. El buque era uno de los que se encontraba en condiciones de navegar dado que restaban trámites administrativos para autorizar su zarpada. “La guardia observó que estaba ingresando agua a la sala de máquinas. Esto fue informado al Gobierno y a Red Chamber pero plantearon que si la jueza (María Eroles) no autoriza a que la flota vaya a dique no se puede hacer nada”, explicó. A principio de mes el SOMU presentó una nota a la jueza para que los barcos sean llevados a dique para su reparación. No hubo respuesta. Advertencias Los marineros que realizan las guardias en los buques advirtieron los problemas que se estaban observando dentro y sus consecuencias, a la vista de todos. “Hemos avisado porque de diferentes maneras se intentó contener la situación de los barcos. A bordo sólo hay una dotación de marineros, no así capitán ni maquinistas. Esto nos provocó un daño irrecuperable”, advirtió Reyes. “Al entrar agua a la sala de máquinas el barco no se puede recuperar porque la inversión para repararlo es mayor a traer uno nuevo”. El resto de los buques de la flota de Alpesca presentan diferentes falencias: el Cabo Buena Esperanza sufrió daños al ingresar el agua a la sala de máquinas; a flota está el Promarsa III y varados, el Promarsa II y el Cabo Dos Bahías. Los gremios volvieron a pedir a la jueza Eroles que libere los buques. (Diario Jornada)