Mejoras en el manejo del stock de reproductores de chernias, experiencia en desoves y la posibilidad de nuevos nexos entre España y Argentina, es lo que deja como resultado la concreción de una pasantía, en el marco del convenio de intercambio existente entre el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero y el Instituto Español de Oceanografía (IEO). El técnico Adrián Vega, responsable de maduración y reproducción del cultivo de chernia perteneciente al Programa de Maricultura y Biología Experimental (MARI) del INIDEP, viajó a Vigo desde el 1 de mayo al 12 de junio para participar en las actividades relacionadas con el proyecto DIVERSIFY en el cultivo de esta especie; bajo la dirección de la Dra. Montserrat Pérez Rodríguez, investigadora especialista en genética del IEO-Centro Oceanográfico de Vigo (COV), quién en julio del 2015 pasó por el Gabinete de Biología Molecular y Microbiología de INIDEP para continuar un trabajo iniciado en España, a partir del uso de la genética como herramienta para diferenciar poblaciones de anchoíta argentina. “Se planificó mi estadía para la primavera europea, ya que es la época más propicia para las puestas. Es una experiencia que nosotros aún no tenemos y que esperamos lograr esta primavera o el año que viene ya que nuestras chernias alcanzaron la talla de primera madurez” y acotó: “Cuando esto suceda nos encontrará con la experiencia y capacitación necesaria para afrontar este nuevo desafío”. “Si bien en el Centro Oceanográfico de Vigo se encuentran un paso más adelante en el desarrollo de cultivo de chernias, no hay tanta diferencia. Hay trabajos que podemos hacer mancomunadamente. Ellos tienen desoves y han conseguido larvas pero no lograron que lleguen a juveniles. Sus chernias pesan entre 20 y 28 kilos. El año pasado tuvieron las primeras larvas que sobrevivieron hasta el día 15. Este año llegaron a los 26 días logrando que se alimentaran con rotíferos y artemia”. Gracias a la experiencia obtenida en el viaje y el contacto permanente de Vega con sus compañeros en el INIDEP, se fueron realizando cambios que ya muestran resultados positivos: “Hicimos un nuevo cronograma anual de temperaturas. En nuestro caso las teníamos un poco altas. Determinamos establecer una mínima de 12 ºC y máxima de 16,5 ºC. Ya notamos que las condiciones del agua se mantienen más estables respecto al tema bacteriano y propiedades físico-químicas, como así también el estado fisiológico de los individuos. Un dato no menor es que en los centros que visité no tienen control de la temperatura del agua, mientras que nosotros contamos con intercambiadores de temperatura, lo cual es beneficioso para manejar las épocas de puestas”. “Más allá del trabajo en el COV, participé en más de 15 muestreos biológicos en las instituciones vinculadas al proyecto DIVERSIFY: IGAFA (Instituto Gallego de Formación Acuícola), CIMA (Centro de Investigaciones Marinas), el Acuario de O Grove en Pontevedra y el Aquarium Finisterrae de la Coruña, donde se realizaba la observación del estado gonadal de los ejemplares de chernia a través de biopsias ováricas, masaje abdominal (stripping), extracción de sangre e inducción hormonal”. Convenio Ante la experiencia y los vínculos afianzados con el instituto en Vigo, el Técnico Adrián Vega adelantó que “al estar en otro hemisferio tenemos las temporadas de reproducción diferidas, lo cual permitiría realizar dos larviculturas al año en vez de una. Esto daría la posibilidad de intercambiar técnicos e investigadores durante cada primavera”. “Podemos trabajar con un stock en reproducción, como el de Vigo, e inducir al desove al nuestro”. Por tal motivo, estamos generando un anexo al convenio general que ya existe entre INIDEP y el IEO, para el cultivo de peces con el Centro Oceanográfico de Vigo, donde la chernia es la especie principal.