martes 16 de abril de 2024 - Edición Nº4451

Noticias | 27 oct 2016

Oro a la concientización por el descarte cero


El capitán Jorge Frías recibió la medalla de oro FIDALMAR en reconocimiento a su lucha por el fin del descarte de pescado y la sustentabilidad de los recursos, durante la segunda jornada del Ciclo Almirante Storni 2016, desarrollada el 7 de octubre en la Escuela Nacional de Pesca. Frías quien integró el primer panel de la jornada y su exposición versó sobre política pesquera, dedicó el galardón a la memoria de los pescadores que dejaron la vida en el mar, y todo el auditorio acompañó de pie en un minuto de silencio. A continuación algunos pasajes de su discurso “Las opiniones de los grupos empresarios argentinos más importantes y de los sectores gremiales expresan que la industria pesquera hoy está en crisis, que afecta toda la cadena laboral, y obviamente los capitanes de pesca no podemos opinar lo contrario”, comenzó diciendo Frías. En ese contexto señaló que a lo largo de la historia hubo distintos motivos que generaron crisis. “Cuestiones climáticas, biológicas, conflictos sociales, y de mercado. Pero en 2011 se sumó la privatización del mar, la aplicación de la cuota individual de captura sin condicionamientos para el sector empresario. La cuestión de fondo en el negocio de la pesca es que el pueblo argentino tiene hambre y en el Mar Argentino se tiran peces muertos todos los días, incluso en este momento”, recalcó. “Para comprender debemos repasar la historia. Retroceder al siglo pasado entre los años 1940 y 1970, y recordar que en los inicios de la pesca marítima se pescaban pocas cantidades con un puñado de pequeñas lanchas de madera. Posteriormente, visionarios como José Greco y Francisco Ventura comenzaron a mover el gran negocio de la pesca, compraban pescado fresco y lo vendían entero en el mercado interno a consumidores que exigían ver los ojos de los peces para valorar su frescura (los mismos ojos que los pescadores, con pescados hasta sus rodillas, ven día a día imaginando que les piden que no los desperdicien por haberlos matado)”. “A partir de 1970 José Greco logró que se aceptara consumir filet, y junto con Francisco “Paco” Ventura quien fuera el empresario pesquero que defendió la pesca nacional y promovió la apertura de puertos patagónicos para las capturas y apertura de mercados internacionales, especialmente para el langostino, comenzaron a traer de Europa buques de mayor eslora y desarrollaron la industria masivamente. En 1980 se sumaron nuevos empresarios y finalmente hicieron tan visible el negocio que terminaron descubriéndolo los políticos. A partir de allí hubo que compartir, y así nació en 1998 el Régimen Federal de Pesca, la Ley 24922; un manual de instrucciones para negocios entre funcionarios y empresarios.”, sostuvo Frías en un pasaje de su extensa alocución. Al explicar su proyecto Descarte Cero, el Secretario General de Capitanes de Pesca expuso que “Mientras exigimos a los legisladores que traten y aprueben rápidamente una nueva Ley, decimos que se debe poner en práctica el DESCARTE CERO, lo que significa moralmente que el hombre deje de ser depredador inútilmente, que deje de matar peces sin sentido y menos por razones comerciales; jurídicamente significa que cumpla con el mejor artículo del manual de instrucciones, con la LEY PROHIBICIÓN DE DESCARTES AL MAR y políticamente que la Argentina cumpla con las recomendaciones de la Organización Mundial para la Alimentación FAO”. “El 50% del Mar Argentino está vedado por vedas biológicas, por profundidades, distancias y otros factores. El Proyecto Descarte Cero básicamente incluye utilizar todos los dispositivos selectivos de pesca y controles que se consideren necesarios, pescar con buen criterio cambiando de zonas, pero trayendo todo lo que ingrese a las redes a puerto. El gobierno debe subsidiar el porcentaje de pesca incidental que cada buque traiga a puerto, subsidiar el porcentaje que no alcance los parámetros comerciales estandarizados. Éstos subsidios deben reflejarse en el combustible y en los impuestos a cambio de traer toda la captura. Cada puerto provincial debe realizar inversiones estructurales y el gobierno nacional poner en marcha una línea de cabotaje marítimo para conectar los puertos patagónicos. El gobierno es el primer beneficiado, y juntamente con los gobiernos provinciales, empresas y trabajadores debemos debatir en la misma mesa”. “Traer todo permitirá realizar más viajes en menos tiempo, generando más trabajo, más producción y menos desperdicio de alimento. Trayendo todo, habrá más trabajo para las tripulaciones, estibadores, fileteros y procesadores, camioneros y para toda la cadena laboral; trayendo todo, el comercio de los puertos y las ciudades portuarias se verá beneficiado". "Finalmente debo resaltar que el mundo padece necesidades y hambre y la Argentina no para de desperdiciar alimento. No para de depredar un recurso natural y lo hace en el mismo porcentaje de la pobreza que sufre. No se debe seguir sosteniendo un negocio para que unos pocos se hagan ricos sobre el desperdicio del alimento. No se debe seguir simulando cambiar todo para seguir haciendo lo mismo. El mundo reconoce el descarte, por ello la Comunidad Europea puso en práctica el “descarte cero”, ahora debe hacerlo el Gobierno Argentino y dejar de negarlo como en los últimos 40 años. Los políticos son los únicos responsables del desperdicio y cada error lo sigue pagando el recurso pesquero y el Estado”, concluyó.
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