miércoles 24 de abril de 2024 - Edición Nº4459

Noticias | 21 jul 2017

Un lúcido análisis del Presidente de la Fundación NUESTROMAR sobre el siniestro de las plantas pesqueras


Daniel Molina Carranza relata el momento previo a los siniestros y explica por qué las inversiones estarán demoradas si no se regresa a la paz social y laboral. Agradezco la oportunidad brindada por los responsables del sitio Mar y Pesca Noticias Patagónicas de posibilitarme recordar y dar mi evaluación sobre los desgraciados hechos del incendio de las plantas pesqueras de Puerto Deseado a 10 años de ocurrido. Toda esa barbarie fue un golpe terrible para Puerto Deseado y un punto de inflexión para quienes querían invertir en la pesca Santacruceña y decidieron no hacerlo. Antes que nada quiero recordar la locura incendiaria y destructiva de los actores y las presuntas razones, para tratar de entender el porque lo hicieron y el daño irreparable provocado a Puerto Deseado. Los manifestantes de la Agrupación Marineros Santacruceños y la filial local del SOMU Sindicato de Obreros Marítimos Unidos, reclamaban por no pagar el Impuesto a las Ganancias y por estar en desacuerdo con el Convenio firmado por su Gremio y la Cámara de Pesqueros Congeladores. Iniciaron su periplo destructivo por la Municipalidad Deseadense y al no tener una repuesta por ellos esperada de la Intendencia, iniciaron los destrozos en la municipalidad y se dirigieron posteriormente al Parque Industrial Pesquero donde prendieron fuego al menos a siete plantas y produjeron destrozos en todo o que encontraron en su camino Como resultado del vandalismo de los marineros se produjeron pérdidas millonarias en dólares, cientos de trabajadores se quedaron sin su fuente laboral, se cerraron comercios y mucha gente emigró de la ciudad. Se perdieron más de 600 toneladas de pescado y marisco congelado listo a exportar. La provincia gobernada en ese momento por Peralta no supo reaccionar a tiempo y cuando decidieron intervenir ya el daño estaba producido La justicia más tardía aun confirmó por probado los delitos de violación de domicilio reiterado en siete oportunidades, daño agravado, amenaza coercitiva en perjuicio del personal de las plantas y coacción agravada a integrantes del poder público, pero no proceso a nadie. El gobierno nacional por medio del Jefe de gabinete consideró inadmisible los hechos de violencia pero considero necesario entrar en un terreno de dialogo. Resultado todo sigue impune habiendo transcurridos diez años y Deseado nunca pudo recuperarse de semejante perdida. Uno de los marineros argumentó que los empresarios no se hagan las víctimas todo estaba asegurado, como si el dudoso resarcimiento económico justificara el daño cometido. Hasta el gobierno de España intervino solicitando a las autoridades argentinas que adoptara las medidas para poner fin a la violencia. En el año 2007 el sector pesquero enfrentaba una de sus peores crisis económicas y pese a los cambios motivados por la devaluaciones se encontraba en una situación similar al 2001. La industria pesquera distribuía en sueldos y cargas sociales el 50% de los ingresos por ventas. CAPECA y el SOMU habían firmado un Convenio por tres años de vigencia, con el resto de los gremios se había llegado a acuerdos similares. Existía un marco de acuerdo en el sector. Recordemos que en ese momento estaban vigentes las retenciones a las exportaciones y el precio del calamar estaba en sus registros más bajos. Entonces¿ porque los marineros de las agrupaciones en rebeldía decidieron actuar de esta manera en un momento en que peligraban las fuentes de trabajo? Sin duda alguna por problemas internos de los gremios y por la pelea política por el manejo de las delegaciones santacruceñas. Resumiendo creo que debemos aprender de esta dura lección que no se puede regresar a la barbarie a y a la destrucción de las fuentes de trabajo. Sin tranquilidad social nadie va a invertir en una Provincia que necesita generar puestos de trabajo legítimos, dado que la mayoría vive de las empobrecidas arcas del estado provincial. De nada sirve las visitas de los políticos y sus fotografiadas reuniones preocupándose por la problemática pesquera, si no se regresa a la paz social y laboral para que quien quiera invertir encuentre un campo propicio para su trabajo. Cap. Daniel Molina Carranza Perito Naval y Pesquero  
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