Luego de cuatro días de conflicto con medidas de fuerza e intensas gestiones de parte de funcionarios de la Secretaría de Trabajo para aunar criterios y poder reunir a las partes, tras realizar una Asamblea los trabajadores agremiados en el SOMU (Sindicato de Obreros Marítimos Unidos) decidieron acatar la conciliación obligatoria dictada por la cartera laboral a última hora del día jueves. Según indicó el subsecretario de Trabajo, Fabián López, el lunes en horas del mediodía se realizará la primera audiencia de conciliación, ya que el sector empresario manifestó la voluntad de sentarse a negociar, y agregó que "los trabajadores decidieron acatar la conciliación frente al compromiso que manifestó la empresa de implementar algunas pautas de trabajo respecto de los barcos que saldrán a trabajar en los próximos días."   Reclamos sindicales   El conflicto se suscitó el pasado lunes cuando un grupo de trabajadores decidió tomar medidas de fuerza en las puertas de la empresa pesquera Conarpesa, ante la falta de pago del aguinaldo. En esa misma jornada la empresa realizó un depósito aunque los trabajadores aducen que no fue bien liquidado, por ello continuaron con las medidas de fuerza. Además, sumaron otros dos reclamos que repercuten en la estabilidad laboral y sus salarios, ya que aseguran que no se cumple el acta acuerdo firmada respecto del kilaje que deben tener los cajones de pescado, y también reclaman que los seis barcos de la flota de Conarpesa estén trabajando, con lo cual se les garantiza su continuidad laboral.   Denuncia por falseamiento de actas de descarga   Por su parte el referente del SOMU de Rawson Ricardo Soto denunció maniobras de falseamiento de actas por parte Conarpesa al señalar que “la firma de capitales españoles que acaba de despedir a casi un centenar de operarios en Santa Cruz, exige que en sus barcos se traiga cajones con hasta 25 kilos de langostino, pero en la práctica se declara, y se paga en función de ello, solamente 15 kilos”. Soto en una publicación de Revista Puerto recalcó que SOMU se opuso a esas maniobras y la firma dejó de sacar sus barcos, mientras obligaría al resto de los barcos independientes, a quienes les compra las capturas, que accedan a ese mecanismo si quieren seguir comercializando con ellos. “Hay dos reclamos legítimos centrales que dieron lugar a este conflicto, por un lado, la mala liquidación de los aguinaldos, y por otro, que los barcos no los quieren sacar a pescar porque nos negamos a que se declare menos de lo que se descargar realmente”. “Nos cansamos de mandar notas a la Secretaría de Pesca para que se instale la balanza en el puerto y se hagan todos los controles que corresponden. Les informamos por escrito que venían cajones con 18 y 25 kilos, así que nadie puede decir que no lo hemos advertido”, insistió el referente local de la marinería. Asimismo, adelantó que ante la falta de atención y respuesta por parte de las autoridades de la Secretaría de Pesca, el SOMU intentará reunirse directamente con el gobernador Martín Buzzi o con el vicegobernador Gustavo Mac Karthy, para transmitirle “la preocupación por la inacción de las áreas de control ante las irregularidades que se registran en el muelle de Conarpesa”.