La decisión de un trabajador marítimo de bajarse sin previo aviso del buque tangonero Mar Esmeralda y partir con rumbo desconocido cuando la embarcación estaba a punto de zarpar causó preocupación en el muelle comodorense y a medida que fueron pasando las horas se pensó que podría haber sufrido una descompostura, pero luego el trabajador apareció en la agencia marítima ratificando su decisión de no subir al barco aludiendo motivos personales. Se trata de Adolfo Lanzieri de 55 años, un trabajador efectivo de la empresa que había viajado desde Mar del Plata a la ciudad de Comodoro Rivadavia para realizar su quinta marea del año en el Mar Esmeralda que zarpó ayer desde ese puerto rumbo a la pesca del langostino. En diálogo con Mar&Pesca una fuente vinculada a la empresa armadora Maronti de propiedad del Grupo Baldino señaló que el buque realiza tareas operativas en el puerto comodorense y que Lanzieri justamente se había embarcado ayer luego de pasar dos semanas de descanso. “El tripulante se bajó del buque por su propia decisión, primero lo llamó por teléfono el armador para avisarle que lo estaban esperando, que el barco ya se iba pero de manera categórica respondió que estaba en el centro de la ciudad comprando unos repuestos y que había decidido no regresar al buque por lo tanto que se fuera”, indicó la fuente  al relatar lo ocurrido. Agregó que ante esa situación puntual se procedió al desembarco del tripulante ya que el buque tenía pedido de despacho. “se decidió salir con un tripulante menos, y después media hora más tarde apareció el marinero quien manifestó que  se encontraba bien sólo con un poco de frío por el descenso de la temperatura. Dijo que lamentaba lo ocurrido, pidió que lo llevaran al hotel y ahí lo dejó el armador. Mañana, (por hoy) para descartar cualquier problema de salud  será sometido a un chequeo médico y luego enviado a Mar del Plata”, relató la fuente empresarial para recalcar que en ningún momento hubo abandono  por parte de la empresa.