viernes 26 de abril de 2024 - Edición Nº4461

Noticias | 11 abr 2020

  Conmoción en Deseado por el asesinato de un Suboficial de Prefectura mientras realizaba controles en el marco de la cuarentena


Puerto Deseado, (C).- Un suboficial de Prefectura que realizaba, junto a otros efectivos de la fuerza, un control en el marco de la cuarentena dispuesta por el gobierno nacional, falleció ayer en el hospital local al ser herido por un estudiante de 22 años que se negó a identificarse. Tras el ataque el agresor huyó a los tiros del lugar hacia un sector de un gimnasio municipal donde finalmente fue abatido por las fuerzas policiales. En su huida el homicida, identificado más tarde como Pedro Espinosa, trató de ingresar a una vivienda y luego amenazó a tres jóvenes que caminaban cerca del gimnasio obligando a uno de ellos a intercambiar prendas de vestir para que la policía no lo reconociera. Por el hecho tomó intervención el Juez de Instrucción Penal, Oldemar Villa, que luego de la autopsia a los dos cuerpos, programada para hoy, remitirá la causa a la Justicia federal por tratarse del asesinato de un efectivo de la Nación que estaba cumpliendo con un control nacional. En tanto, al cierre de esta edición, se esperaba el arribo de la Brigada de Investigaciones de Caleta Olivia que será la encargada de revisar las cámaras de seguridad para conocer la secuencia del ataque. El hecho trágico que enluta a toda una comunidad sucedió ayer cerca de las 16;30 en la calle Capitán Oneto y Don Bosco, cuando un estudiante del profesorado de Educación Física, quien molesto por un control para hacer cumplir la cuarentena obligatoria dispuesta por el gobierno nacional ante el avance de la pandemia Covid-19, hirió de un disparo mortal al Cabo 1º de Prefectura, Ricardo Soto, que luego falleció minutos más tarde en el hospital. Soto de 35 años  era oriundo de Trelew, Chubut, pero vivía en esta localidad santacruceña hace varios años, además de desempeñarse en la Fuerza era un reconocido músico querido por todo el pueblo. El disparo que lo hirió de muerte, según fuentes policiales, fue efectuado con una pistola 45 y el proyectil ingresó por un sector lateral izquierdo cerca de la axila para finalmente alojarse en el corazón, y pese a los intentos infructuosos por salvarle la vida, nada pudieron hacer los profesionales de la salud. La huida del agresor y la secuencia de disparos dejó en shock a los vecinos que miraban espantados cómo se sucedía el tiroteo que finalmente concluyó con la muerte del homicida que cayó tendido debajo de un banco de cemento ubicado frente al gimnasio municipal Puchito Otey. Hasta anoche el cuerpo todavía permanecía en el lugar a la espera de que concluyan las pericias de rigor que al cierre de esta edición continuaban llevando peritos de la justicia. “Me robó el arma” El padre del homicida, un efectivo de Bomberos jubilado, se acercó al lugar donde se estaban llevando una parte de la pericias para ver el cuerpo de su hijo, pero el comisario Carlos Orellana se lo impidió, Crónica presenció el momento donde el hombre comentó; “el me robó el arma no se lo que le pasó yo la tenía siempre guardada, pero evidentemente se enloqueció y me la robó, era un chico estudioso, no tomaba ni fumaba, no tenía problemas con nadie y ahora provocó esta tragedia”, se lamentó. “Solo cumplía con su deber” Abordado por Crónica, antes que se conociera la noticia del fallecimiento del cabo primero, Ricardo Soto, el prefecto principal Gustavo Milozzi se quebró al hablar del infortunado joven: “Quiera Dios que se salve no puedo creer que esté pasando esto, el estaba cumpliendo con su deber, es un chico ejemplar, tan buena persona, querido por todo el mundo”, dijo sin poder contener las lágrimas. “De milagro no mató a nadie más” Los vecinos del tranquilo barrio donde finalmente fue abatido el agresor no daban crédito de lo ocurrido, estábamos mirando televisión y luego escuchamos la estampida de disparos y griteríos y después todo fue silencio, no nos animábamos a salir, pero contamos como 20 disparos”, señaló un vecino de la cuadra. En tanto el comisario Carlos Orellana, reveló que hay vainas servidas por un amplio sector donde sucedió el tiroteo, incluso vidrios rotos en una escuela que está al frente del gimnasio. El jefe policial indicó que el sujeto fue abatido de un disparo en el pecho. “De milagro no mató a nadie más”, señaló para finalmente confirmar que la justicia local está llevando adelante las pericias. “Nosotros estamos eximidos de actuar en la investigación”, dijo por último el comisario.   [video width="848" height="480" mp4="http://www.marypescanoticiaspatagonicas.com/wp-content/uploads/2020/04/VIDEO-2020-04-10-18-57-54.mp4"][/video]
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