sábado 27 de abril de 2024 - Edición Nº4462

Noticias | 13 jul 2020

CAPIP dio por perdida la temporada de langostino


“Lamentablemente la temporada de langostino está perdida y no habrá manera de reiniciar las actividades ni en el mar ni en las plantas”, señaló la entidad que nuclea a la gran mayoría de empresas pesqueras de Chubut. Mediante un comunicado la cámara empresarial repudió los piquetes del Somu en Puerto Madryn que impidieron la circulación  de camiones cargados de materia prima hacia las plantas pesqueras. Aseguró que por la medida de fuerza se desecharon 500 toneladas de langostino que terminaron en mal estado sin que 2500 operarios pudieran realizar el proceso en tierra. Hemos vivido en el sector dos años consecutivos con bajas importantes de precios, y este año, producto de la pandemia, ni siquiera hay demanda para el recurso Langostino. Seguramente debimos haber informado a todas las autoridades y dirigentes gremiales, que no podíamos trabajar con este recurso. Y esto sin sumar los inconvenientes logísticos y de costos, producto de la pandemia en nuestro país. Este año debíamos tratar de mantener los puestos de trabajo y abonar lo que correspondía al personal por no trabajar. Este era el año de quedarnos en casa, cuidarnos y mantener los puestos de trabajo hasta que la situación internacional se fuera normalizando. Sin embargo, tratamos de buscar una manera de poder darle continuidad a la actividad productiva, forzando una situación que por lo menos nos permitiera dar trabajo, y minimizar las pérdidas. Fue por eso que propusimos que el personal embarcado cobrara lo mismo que el año pasado, y esto era entre 400.000 y 500.000 pesos mensuales de salario individual en la temporada. Se hicieron ejercicios económicos, se mostraron los datos públicos obtenidos de Secretaría de pesca de Nación, que demostró la caída de precios y la caída de las ventas, pero evidentemente el Sindicato no comprendió o no quiso comprender. Sólo buscábamos mantener la actividad funcionando a pérdida, pero funcionando. Con los buques congeladores parados, intentamos poder trabajar con el langostino fresco en las plantas, esperar que el mercado internacional mejorara con aumento en la demanda y mejoras en los precios, considerando el valor agregado en los productos que se manufacturan en planta. Lamentablemente la temporada de Langostino está perdida, y no habrá manera de reiniciar actividades ni en el mar ni en las plantas. El esfuerzo realizado fue en vano. No sirvió. No fue apreciado. No supimos explicarlo. No quisieron entenderlo. Hoy, producto de la medida coercitiva del SOMU, que impidió el acceso de los transportes con materia prima para las plantas, hay más de 500 toneladas de langostino en descomposición que habrá que disponer, tirar, en lugar de que más de 2.500 personas pudieran trabajarlo en las plantas y generar alimentos. La solidaridad sindical mal entendida, creemos, en lugar de defender a quienes pueden trabajar, manifiesta solidaridad y apoyo a quienes impiden que ellos mismos trabajen y obtengan un mejor salario que la garantía horaria. Creímos que ya se habían superado las épocas de violencia, que del pasado habíamos aprendido. ¿Qué significa endurecer la medida de fuerza? ¿Incendio de plantas? Agresiones a las personas?:  Ya pasamos por esto en el pasado, y el resultado fue la pérdida del recurso merluza en las plantas patagónicas por su altísimo costo operativo que impide su producción en nuestras plantas con la pérdida  de 5000 puestos de trabajo. Ya perdimos el recurso merluza, ¿vamos a perder también el langostino? Es un año atípico en el mundo y nuestra actividad no está ajena a esta problemática, quisimos intentar trabajar en las unidades de negocio que si lo admiten, y con ello dar sustento y viabilidad al resto de la Empresa, y los acontecimientos de estos días nos demuestran que nos equivocamos, que solo conseguimos aumentar las pérdidas operativas en un ambiente de violencia innecesaria. Esta crítica situación nos pone a prueba, y las autoridades Nacionales, Provinciales y Municipales deberían informar claramente si van a acompañar el mantenimiento de las fuentes de trabajo que pregonan permanentemente, o se van a sumar a la paralización violenta de la actividad. Los gremios de la actividad, deberían profundizar el dialogo racional y la comprensión de la situación actual del recurso langostino, vislumbrando y priorizando nuevas condiciones para mantener los barcos pescando y las plantas trabajando hasta que el mundo recupere parte de la normalidad que la pandemia nos arrebató. El compromiso de las empresas con su gente y con la sociedad en general es mantener este año las fuentes de trabajo, minimizar las pérdidas por no poder trabajar, y tratar de evitar cierres o quiebras como están ocurriendo en otras actividades. Y siempre se estará abierto a todo ámbito legítimo de negociación en las condiciones que garanticen la paz social, y con un único objetivo, entender la nueva realidad y adaptarse a la misma, antes que esa realidad nos desbaste como ha hecho con otros sectores productivos. Se impone la reflexión, la seriedad y la responsabilidad de todos, y nos incluimos, da pena ver cómo se degradan en la basura 500.000 kilogramos de langostino, a pocas cuadras de donde cientos de chicos van a merenderos sociales por un plato de comida. En cuanto todos tomemos real dimensión de esta realidad, deberíamos poner en marcha una política pública y privada en donde esto no suceda nunca más, en donde el vale todo y la violencia no sean la moneda corriente, y en donde los actores estemos a la altura de las exigencias que nos demanda una sociedad mucho más equitativa, que los intereses individuales o sectoriales que creemos irreductibles". COMISIÓN DIRECTIVA C.A.P.I.P.  
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