Pagando algunos pocos jornales ociosos por mes los empresarios que manejan el negocio del concentrado de oro y plata en la localidad han podido esquivar la presencia de los estibadores, pero ante el complejo escenario pesquero se supo que los trabajadores pedirán participar de esa torta que el año pasado dejó varios millones de dólares.

“Nosotros queremos que se regularice la situación de las pocas personas que trabajan ahí y también trabajar nosotros porque nos corresponde al estar en zona primaria aduanera, pero se ve que quieren pagarnos para que no estemos”, indicó a Mar&Pesca un trabajador de la estiba.

Y luego opinó que las tareas de acopio del material deberían estar supervisadas por el Ministerio de Trabajo. “Tengo un amigo que trabajaba ahí y se ve que tuvo problemas de salud, le empezaron a salir ronchas y dijo que era por el cianuro, a lo mejor no estaba protegido, pero como está todo oculto no lo podemos saber, dijo con tono molesto.

De todos modos, lo que no se puede ocultar es la cantidad de contenedores con material minero que se exportó el año pasado: ascienden a 803, contra 733 de calamar entero congelado. (Ampliaremos).